“Por qué se hacen las cosas es trascendental, pero jamás debemos olvidar cómo, en ello reside gran parte del resultado.”
Tenemos en frente un modelo escolar que en ocasiones no es capaz de guiar a cada alumno para obtener un aprendizaje adecuado, ya que todos los alumnos reciben una metodología parecida de enseñanza, a todos se les exigen las mismas actitudes y resultados en el aula, sin embargo, cada alumno/a es diferente y no todos se adaptan de la misma forma a esas exigencias.
Partiendo de esa base, damos especial importancia a la metodología que utilizamos en las clases, al cómo enseñamos. Nosotros centramos gran parte de nuestro método en conocer a cada alumno/a, para amoldarnos. Trabajar en grupos reducidos como lo hacemos nos da la oportunidad de concentrar nuestro método en conocer a cada alumno para adaptarlo a sus necesidades y además nos permite una dedicación más individualizada.
Creemos que cada uno de nuestros alumnos/as es capaz de solventar los problemas que tenga cuando se aplica una metodología adecuada y se trabaja con personas que la pueda llevar adelante correctamente.
Todos los alumnos/as en nuestra academia reciben una atención individualizada. Cada clase es preparada adaptándose al alumno, fijando unos objetivos para cada día, una metodología concreta y teniendo la atención del profesor durante todo el tiempo que está en clase.
Jugar como parte del método de aprendizaje es en infinidad de ocasiones necesario para ver el aprendizaje como algo entretenido, divertido. Es en ocasiones algo que hace cambiar a los alumnos/as su opinión sobre el “aprender”, por eso hay que dar su espacio al juego, ya que involucra al alumnado mucho más que otros métodos y les motiva para trabajar.
Las clases se imparten en grupos muy reducidos o en clases individuales, formados por un mínimo de 2 alumnos y un máximo de 5, dependiendo de sus necesidades y del criterio del docente. Sin embargo, las clases individuales se imparten a un único alumno y con la atención total del profesor que estará en el aula.
Los alumnos acuden a la academia uno, dos, tres, cuatro o todos los días de la semana, dependiendo de lo que los padres demanden y lo que desde la academia creamos necesario en cada caso. Además, los alumnos de bachiller trabajan durante una hora y media cada día mientras que el resto lo hacen durante una hora.
Uno de nuestros objetivos es asegurar unas adecuadas técnicas de estudio, una buena organización escolar y una actitud apropiada hacia el aprendizaje.
Centramos el trabajo a las dificultades que presenta cada alumno. Dificultades de concentración, atención, organización, cálculo, motivación, … En otras ocasiones el alumno necesita únicamente volver a trabajar cosas que en el colegio no han quedado interiorizadas. En cualquier caso, creemos que el trabajo no se acaba de ninguna forma cuando las cosas se han entendido, siempre hay lugar para mejorar y ganar seguridad en todo aquello que trabajamos.
Los deberes y el contenido que trabajan en el colegio son únicamente el punto de partida que utilizamos para decidir que trabajamos, pero el trabajo que los alumnos hacen no acaban al hacer sus deberes escolares. Desde la academia trabajamos todo aquello que creemos necesario para reforzar, además de estos. Es decir, no es el lugar para hacer los deberes únicamente.
El trabajo conjunto entre la academia y los padres/madres es necesario para nosotros, por eso nos ponemos en contacto con ellos siempre que lo vemos necesario.
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